23 marzo, 2010

Sábanas de besos


Cayeron nuestros cuerpos
Vencidos, Húmedos
después de la pasión
Enlazados entre sabanas de besos
Descansando en nuestra cama
invadida de deseos.

Acerque mis labios a tu oído
mis manos a la selva de tu pecho
enrede mis piernas con las tuyas
mientras me vaciaba de mi
y me llenaba de ti

Recordé los versos más intensos que conozco
Uno a uno recité entre truenos y entre vientos
De una noche loca de tormenta

Cada palabra pronunciada
Iba acompañada de la brisa de mi boca
Te hundiste en mi pelo,
en los mares de mi cuerpo
Transmutando la palidez de mi blanca rosa
A la intensidad de una amapola hermosa

Atrás quedo mi dulzura,
He despertado de nuevo
a la locura apasionada de mi versos
sucumbiendo nuevamente a tu postura

De mis entrañas
Explota tu nombre
Asustando a la tormenta.
Hasta que de nuevo la opulencia
De nuestros cuerpos otra vez vencidos
Concluyan la batalla
entre sabanas de besos
y desiertos de sal
para nuevamente evocar
los versos más intensos
con los que te quiero deleitar…

18 marzo, 2010

Mejor ahora...


Llegará un día

En que mis ojos no brillen más

Quedando sellados en mi cuerpo

Todos los sueños

que no alcance a concretar


Se bien que cuando eso ocurra

El mundo no dejará de girar

la suave brisa seguirá soplando

y el mar brindará sonidos

que ya no podré escuchar.


El día en que eso suceda

Te pido desde ahora

Que no pretendas desear

Con un pálido ramo

de blancas rosas

mi eterno descanso

en la eternidad


No necesitas llenar

Océanos con tus lágrimas

Ni mucho menos

Vestirte de oscuridad

Me basta con saber

que mi sonrisa

nunca la olvidarás.


Quiza tambien recuerdes

la escandalosa risa

Que tanto te llega a perturbar

Eso para mi es suficiente

como muestra de mi verdad.


Dime ahora que aquí estoy,

Si es que mi vida lo provoca,

que mi presencia en la tuya

en algo te ayudo a mejorar


No pretendo con este dicho

un absurdo ego alimentar

solo quiero que la ausencia

de estas importantes palabras

no te lleguen a afectar

el día que ya no las logré escuchar

y brindarte con un cálido abrazo

la prueba de mi lealtad.


Si mi familia se olvida

Que no deseo un funeral

Llega vestido de día

en colores de libertad

Azul como el cielo,

Rojo, tan intenso como mis deseos

Verde si es que te gustaban mis ojos

o rosa si no temes sentir

tú viril fuerza menguar


Llega vestido de arco iris,

como una mariposa

que vuela en la inmensidad

Pero por nada del mundo

Dejes derramar una lágrima de soledad


Ahora, que aún late acelerado

Este corazón de mujer enamorada

Puedes revolucionarlo

Con tan solo una sonrisa brindarme

Un cálido y afectuoso abrazo regalarme

y si no es demasiado…

tal vez un tímido beso

que me haga sonrojar

porque el día que mi rostro

dibuje palidez

será mucho desperdicio

que yo no pueda a tu caricia

intensamente corresponder.


¡Sí, mejor ahora!

El día que muera…

¿Ya para que?